De dentro a fuera

Mi nombre es Nando y soy lo que hago. Y lo que no hago también. Me explico. Conduzco lento. Conseguí el permiso de conducir años después de cumplir los 18. Cuando me matriculé en la autoescuela mis amigos ya hacía años que llevaban a sus novias en los coches de sus papás, lo que quizás no sepan es que sus novias me llevaban a mí, pero de eso no te quiero hablar y si ellos leen esto, como ha pasado tanto tiempo, seguro que me perdonan. Le cogí gusto a lo de examinarme, así que tras diversos ensayos y errores, aprobé la parte teórica. De la práctica prefiero no contar nada. Está claro que eso fue una premonición. En la actualidad ya hace años que conduzco pero hay costumbres que al principio tienes y después te tienen a ti y mi lentitud se ha apoderado de mi forma de conducir. A pesar de mi limitada pericia al volante, mi mujer me lo cede de forma habitual. No descarto que haya algo de cachondeo en el gesto.

Continue Reading

Vivir la vida con sentido

Vivir la vida con sentido es vivirla sabiendo que todo tiene un para qué; nada es casualidad; todo es por algo y para algo.

Parece increíble pero en nuestra primera infancia nos dejamos sorprender por todo y por todos, todo nos va bien y aceptamos a nuestros familiares y amigos sin prejuicios, nos permitimos decir y hacer lo que pensamos sin contradicciones, somos valientes y tremendamente humanos pues nos permitimos llorar y reír o cantar y dormir a nuestro antojo. A medida que vamos creciendo, nos vamos amoldando a una sociedad que arrastra unas normas y creencias que limitan la creatividad, la libertad de expresión, la coherencia entre lo que pensamos, queremos y hacemos, la autoestima, la autenticidad, la conexión con el entorno y la intuición.

Continue Reading